26 agosto 2012

Haṭha Yoga Pradīpikā


Haṭha Yoga Pradīpikā

Luz sobre el Haṭha Yoga



El Haṭha Yoga Pradīpikā es el manual escrito mas importante sobre Haṭha Yoga. Su autor, el Yogui Svātmārāma vivió a mediados del siglo XIV d.C. Esta obra persigue la integración entre las disciplinas físicas y las prácticas espirituales más elevadas del Rāja Yoga.

Svātmārāma no sistematiza el camino del yoga pero proporciona muchas definiciones fundamentales sobre técnicas esenciales. Se describen hasta dieciséis āsanas, muchas de ellas variaciones de la postura sentada con las piernas cruzadas. 

Para quienes padecen de desórdenes en los humores corporales (doṣhas) se prescriben los “seis-actos” (ṣaṭkarmas). 

Estas técnicas purificatorias se deben practicar antes que las técnicas de control respiratorio (prāṇāyāma). Svātmārāma diferencia ocho tipos de control de la respiración, que denomina “retenciones” (kumbhakas). Se afirma que tales “retenciones” despiertan el “poder serpentino” (kuṇḍalinīśakti).

Este proceso esotérico se complementa con los diez “sellos” (mudrās), que incluyen los tres “bloqueos” (bandhas).  El texto también contiene descripción sobre técnicas. tántricas.

Un característica importante en la enseñanza de Svātmārāma es el “culto a través del sonido” (nādaupāsana), por medio del cual se alcanza la condición de “disolución” (laya) mental.

Resumen:

Requisitos para la práctica:

1.15.  El Yogui fracasa por exceso de comida, agotamiento físico, charlatanería, ascetismo exagerado, compañía inadecuada e inquietud.
1.16. El éxito en el yoga depende del esfuerzo, la valiente determinación, la audacia, el conocimiento discriminativo, la perseverancia, la fe (en las enseñanzas del Gurú) y el alejamiento de toda compañía (superflua).

Actitudes previas:

Las diez yama son: ahiṃsa, satya, āsteya, brahmacarya, paciencia, fortaleza de espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta y śauca.

Las diez niyama son: tapas, saṃtoṣa, espíritu religioso, caridad, īśvarapraṇidhāna, svādhyāya, sencillez, inteligencia, japa y yatna.

Posturas:

I_17. En primer lugar se exponen las āsanas, pues constituyen el primer paso del haṭhayoga. Las āsanas se practican para lograr una postura estable, salud y flexibilidad.

I_38. Igual que entre los yama y niyama las prácticas más importantes son la moderación en la dieta y ahiṃsa, los siddhas saben que la más importante de las āsanas es siddhāsana.

I_56. Después de las āsanas y las bandhas, continúa la secuencia en la práctica del haṭhayoga con las distintas variaciones de kumbhakas, los mudrās y la concentración en el sonido interior (nāda). 

I_65. Cualquiera que practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos que sea perezoso. No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo libros (śāstras).

I_66. Tampoco se logra siddhis vistiendo de una forma determinada o conversando sobre yoga: sólo se triunfa a través de la práctica incansable. Sin duda, este es el secreto del éxito.

Necesidad del prāṇāyāma:

II_1. El yogui que realiza perfectamente sus āsanas, se alimenta con moderación y controla sus sentidos, debe ahora practicar prāṇāyāma siguiendo las instrucciones de su guru.

II_2. Mientras la respiración (prāṇa) sea irregular, la mente permanecerá inestable; cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el yogui logrará estabilidad. Por consiguiente, se ha de controlar la respiración (con la práctica del prāṇāyāma ).

Necesidad de purificar los nāḍis:

II_5. Solo cuando se hayan purificado todos los nāḍis que están todavía impuros, el yogui podrá practicar prāṇāyāma con éxito.
II_13. Si hay transpiración, debe aplicarse un masaje (para reabsorberla); de esta forma, el cuerpo se vuelve ligero y fuerte.

II_15. El prāṇa ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los leones, los elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y energía), pues de lo contrario el practicante podría morir.

II_19. Cuando los nāḍis están purificados, el cuerpo adelgaza y brilla de forma natural.

II_20. Entonces, el yogui es capaz de retener la respiración a voluntad, se activa el fuego gástrico, el nāda (sonido interior) se hace audible y la salud es perfecta.

II_21. Ṣaṭkarma debe constituir la primera práctica para las personas flemáticas y de constitución débil. En otro caso (con vata, pitta y kapha equilibrados), no resulta necesario.

II_39. Todos los dioses, incluido brahmān, se han dedicado a la práctica del prāṇāyāma , librándose así del miedo a la muerte; por tanto, es conveniente practicar el control respiratorio.

II_44. Hay ocho kumbhakas: sūryabhedana , ujjāyī, śītkārī, śītālī, bhastrikā, bhrāmarī, mūrcchā y plāvinī.

Respiración solar:

II_50. Esta excelente sūryabhedana (kumbhaka) ha de practicarse una y otra vez, pues despeja el cerebro (lóbulo frontal y senos), combate los parásitos intestinales y cura los males causados por exceso de vata.

II_78. Cuando se perfecciona el haṭhayoga aparecen las siguientes señales: agilidad física, brillo en el rostro, manifestación del sonido interior (nāda), mirada transparente, salud, control del fluido seminal (bindu), aumento del fuego digestivo y total purificación de los nāḍis.

III_6. Los diez mudrās son: mahāmudrā, mahābandha, mahāvedha, khecarī, uḍḍiyānabandha, mūlabandha, jālandarabhanda, viparītakaraṇī, vajrolīmudrā y śakticālana

IV_21. Cuando se detiene prāṇa se detienen también los procesos mentales; quien controle la mente, controlará también prāṇa.

Liberación:

IV_30. La quietud mental en sí misma se llama mokṣa, aunque otros puedan denominarla de distinta forma; en cualquier caso, cuando mente y prāṇa se disuelven, sobreviene una indefinible alegría.



Versión completa, para bajar:  http://www.yoga-darshana.com/HathaYogaPradipika.pdf

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