31 mayo 2009

La venganza del hemisferio cerebral derecho




Lógico y preciso, el pensamiento del hemisferio izquierdo del cerebro nos trajo la “Era de la Información”. Ahora viene la “Era Conceptual”, gobernada por el arte, la empatía y la emoción.

Cuando yo era un niño – creciendo en una familia de clase media, en la mitad de América, y en la mitad de la década de los 70- los padres nos daban ya cocinado un menú de consejos: obtener buenas notas, ir a la universidad, y conseguir una profesión que ofreciera un nivel de vida decente y quizá hasta una cucharadita de prestigio. Si eras bueno en matemáticas y ciencias, serías médico. Si se te daba mejor el lenguaje y la historia, serías abogado. Si te ponía nervioso ver sangre y tu destreza verbal no era nada del otro mundo, serías contable. Después, cuando los ordenadores empezaron a aparecer en las mesas de oficina y los consejeros delegados de empresas en las portadas de revistas, los jóvenes que eran realmente buenos en matemáticas y ciencias escogieron estudios de alta tecnología, mientras que otros acudieron en manadas a estudiar empresariales, pensando que el éxito se deletreaba MBA (Master en gestión de empresas).

Gestores. Radiólogos. Analistas financieros. Ingenieros de software. El gurú de gestión Peter Drucker dio a este grupo de profesionales un nombre que ha perdurado, aun siendo poco conciso: los trabajadores del conocimiento, trabajadores mentales. Estos son, escribió, "gente a la que se le paga por poner en práctica lo que aprendió en la escuela, más que por su fuerza física o habilidad manual". Lo que distinguía a los miembros de este grupo y les permitía cosechar grandes recompensas sociales era su "capacidad para adquirir y aplicar conocimientos teóricos y analíticos". Y cualquiera de nosotros podía unirse a sus filas. Todo lo que tenía que hacer era estudiar mucho y seguir las reglas del régimen meritocrático. Ese era el camino a el éxito profesional y a la realización personal.


Pero una cosa curiosa sucedió mientras estábamos concentrándonos en trabajar a tope: El mundo cambió. El futuro ya no es de las personas que pueden razonar con la lógica, velocidad y precisión de un ordenador. Ahora pertenece a un tipo de persona distinta con un tipo de mente distinta. Hoy en día - en medio de las incertidumbres de una economía que ha pasado del auge a la quiebra al “ni fú ni fá” -hay una metáfora que explica lo que está pasando. Y está dentro de nuestras cabezas.

Los científicos saben desde hace tiempo que una línea neurológica Mason-Dixoniana divide nuestro cerebro en dos regiones –el hemisferio izquierdo y el derecho. Pero en los últimos 10 años, gracias en parte a los avances en imágenes funcionales por resonancia magnética, los investigadores han comenzado a identificar con mayor precisión de qué manera se reparten responsabilidades los dos hemisferios. El hemisferio izquierdo se ocupa de las secuencias, de lo concreto, y del análisis. El hemisferio derecho, sin embargo, se encarga del contexto, de la expresión de emociones, y de la síntesis. Pero claro, el cerebro humano, con sus mil millones de células creando un cuatrillón de conexiones, es de una complejidad que quita la respiración. Los dos hemisferios trabajan de forma concertada, y utilizamos ambas partes para casi todo lo que hacemos. La estructura de nuestro cerebro puede ayudar a explicar “la silueta” de nuestros tiempos.

Hasta hace poco, las habilidades que conducían al éxito en la escuela, en el trabajo, y en los negocios eran características del hemisferio izquierdo. Eran el tipo de talento lineal, lógico, y analítico, medido por examenes estandarizados, que muestran tener los asesores fiscales. Hoy en día, esas capacidades siguen siendo necesarias. Pero ya no son suficientes. En un mundo puesto patas arriba por la externalización, inundado por el aluvión de datos, y asfixiado con tantas opciones, las habilidades que ahora importan más son las más cercanas en esencia a las especialidades del hemisferio derecho - el arte, la empatía, la visión global, y la búsqueda de lo trascendente.

Bajo el estruendo nervioso de nuestra casi terminada década se agita un cambio lento, pero radical. La “Era de la Información” para la que todos nos hemos preparado está terminándose. En su lugar se está levantando lo que yo llamo la “Era Conceptual”, una época en la que el dominio de las habilidades que con frecuencia hemos infravalorado y pasado por alto marcan la línea tectónica entre quién avanza y quién se queda atrás.

Para algunos de nosotros, este cambio - de una economía basada en las capacidades secuenciales y lógicas de la Era de la Información a una economía basada en la capacidad de empatía de la Era Conceptual - suena delicioso. "Me ha convencido desde el principio" me imagino oyendo decir a pintores y enfermeras regocijándose. Sin embargo, para otros, esto suena a tontería. "Demostrádlo" oigo exigir a programadores y abogados.

De acuerdo. Para convencerles, voy a explicar las razones de este cambio, utilizando el lenguaje de la mecánica de causa y efecto.

El efecto: las balanzas se están inclinando en favor del estilo de pensamiento originado por el hemisferio derecho. Las causas: Asia, la automatización, y la abundancia.

Asia

Hoy en día, pocas cosas generan más polémica que la externalización o deslocalización. Escuadrones de oficinistas en la India, Filipinas y China están haciendo sentirse intimidados a los ingenieros de software de Norteamérica y Europa. Según la compañía Forrester Research, 1 de cada 9 puestos de trabajo en la industria de información tecnológica de los EE.UU. se trasladará al extranjero para el año 2010. Y no sólo empleos en tecnología. Si visitais los parques de oficinas de India veréis a contables preparando declaraciones fiscales americanas, a abogados investigando demandas americanas, y a radiólogos interpretando escáners de TAC para hospitales de EE.UU.

La realidad detrás de este estado de alarma es esta: la externalización de negocio hacia Asia está sobre anunciada a corto plazo, pero infra publicitada a largo plazo. No todos vamos a perder nuestros puestos de trabajo mañana. (El número total de puestos de trabajo perdidos por deslocalización representa, hasta ahora, menos del 1% de la fuerza laboral en EE.UU.). Sin embargo, como el costo de comunicarse con el otro lado del globo terráqueo es básicamente cero, y como la India va a ser, para el 2010, el país con mayor número de angloparlantes del mundo; y como además las naciones en desarrollo siguen acuñando millones de trabajadores altamente capacitados a nivel de conocimientos, la vida profesional en Occidente va a cambiar drásticamente. Si los cálculos, la interpretacion de gráficos, y la escritura de códigos se puede hacer por mucho menos en el extranjero, y se puede entregar a los clientes al instante a través de cables de fibra óptica, el trabajo se irá al extranjero.

Pero estas ráfagas de viento de la ventaja comparativa están haciendo volar sólo ciertos tipos de trabajos- aquellos que pueden reducirse a un conjunto de reglas, rutinas e instrucciones. Esa es la razón por la que trabajos estrechamente ligados con las habilidades del hemisferio cerebral izquierdo, como programación básica de ordenadores, contabilidad, investigación jurídica, y análisis financiero están migrando a través de los océanos. Pero esa es también la razón por la que quedan muchas oportunidades para la gente y las empresas que realizan trabajos no rutinarios - programadores que diseñan sistemas globales, contables que actúan como asesores generales, y banqueros más expertos en el arte de las negociaciones y los tratos que en los entresijos de Excel. Ahora que los extranjeros pueden hacer las tareas relacionadas con el hemisferio izquierdo de forma más barata, nosotros en los EE.UU. tenemos que hacer mejor el trabajo relacionado con el hemisferio derecho.

El siglo pasado las máquinas demostraron que podían sustituir a los músculos humanos. Este siglo, las tecnologías están demostrando que pueden superar el funcionamiento de la parte izquierda de los cerebros humanos - pueden ejecutar trabajo secuencial y reductor, y computar mejor, más rápido y con más exactitud incluso que aquellos con el mayor coeficiente intelectual. (Y si no que se lo pregunten al gran maestro de ajedrez Garry Kasparov).

Considerad por ejemplo los empleos en servicios financieros. Los corredores de bolsa que se limitan a ejecutar transacciones han pasado a la historia. Los servicios online hacen ese mismo trabajo de forma mucho más eficiente. Los agentes de bolsa que han sobrevivido son los que han evolucionado de rutinarios anotadores de pedidos a asesores, mucho más dificiles de copiar, que pueden entender los objetivos financieros generales del cliente, e incluso sus sueños y sus emociones.

O mirad a los abogados. Decenas de servicios de información y asesoramiento de bajo costo están redefiniendo la práctica del derecho. En CompleteCase.com, se puede obtener un divorcio no impugnado por 249 dólares, menos de la décima parte del costo de un abogado. A la vez, la web está resquebrajando el monopolio de información que durante mucho tiempo era la fuente de los altos sueldos y de la mística profesional de los abogados. En USlegalforms.com se puede descargar - por el precio de dos entradas de cine – templetes de testamentos, contratos, y artículos de incorporación que solían estar antes, de forma exclusiva, en los discos duros de los abogados. En lugar de contratar a un abogado durante 10 horas para que redacte un contrato, los consumidores pueden rellenar el formulario por sí mismos y contratar a un abogado durante sólo una hora para que lo revise. En consecuencia, la habilidades jurídicas que no puede ser digitalizadas – como convencer a un jurado o comprender las sutilezas de una negociación – son cada vez más valiosas.

Incluso los programadores de ordenadores pueden sentir la presión. "En los viejos tiempos", ha dicho el legendario informático Vernor Vinge, "cualquiera con habilidades meramente rutinarias, podía conseguir un trabajo como programador”. Eso, hoy en día, ya no es cierto. La funciones rutinarias se dejan cada vez más para las máquinas". El resultado: según se van deshaciendo del “trabajo sucio”, los ingenieros necesitan dominar otras aptitudes distintas que tienen más que ver con ser creativo que con ser competente.

Cualquier trabajo que pueda reducirse a un conjunto de normas está en peligro. Si un contable en India que cobra 500 dólares al mes no se hace con tu trabajo de contabilidad, lo hará la web TurboTax. Ahora que los ordenadores pueden emular las habilidades del hemisferio izquierdo, tendremos que apoyarnos cada vez más en nuestro hemisferio derecho.

Abundancia

Nuestro hemisferio izquierdo nos ha hecho ricos. Propulsada por ejércitos de lo que Drucker denominó “trabajadores mentales”, la economía de la información ha producido un nivel de vida que habría sido inimaginable cuando nuestros abuelos eran jóvenes. Sus vidas se definían por la escasez. La nuestra esta moldeada por la abundancia. ¿Queréis pruebas? Pasad cinco minutos en la tienda Best Buy. O mirad en vuestro garaje. Ser dueño de un coche solía ser una gran aspiración en América. Hoy en día, en los EE.UU. hay más automóviles que permisos de conducir -lo que significa que, por regla general, todo el mundo que puede conducir un coche tiene su propio coche. Y si vuetro garaje está también lleno con productos extras, no estáis sólos. El alquiler de trasteros – un negocio dedicado a dar techo a nuestras porquerías extra- ahora es una industria de 17 millones de dólares al año en EE.UU., casi el doble que los beneficios de taquilla de Hollywood.

Pero la abundancia ha producido un resultado irónico. La era de la información ha desatado una prosperidad que a su vez da gran importancia a valores menos racionales, -como la belleza, la espiritualidad, la emoción. Para las empresas y los empresarios, ya no es suficiente crear un producto, un servicio o una experiencia que tenga un precio razonable y sea adecuadamente funcional. En la época de la abundancia, los consumidores demandan algo más. Echa un vistazo a tu cuarto de baño. Si eres como varios millones de estadounidenses, tienes un cepillo de váter marca Michael Graves y una papelera de Karim Rashid que compraste en Target. ¡Trata de explicar un cubo de basura de diseño al lado izquierdo de tu cerebro! O piensa en la iluminación. La luz eléctrica era algo raro hace un siglo, pero ahora la tiene todo el mundo. Sin embargo, en los EE.UU., las velas generan dos mil millones de dólares al año -por razones que pasan de la necesidad lógica de luminosidad al incipiente deseo de placer y trascendencia de un país próspero.

Liberado por la presente prosperidad, pero no satisfecho por ella, cada vez más gente está buscando sentido a las cosas. Desde la acepción generalizada de lo que antaño fueran prácticas exóticas como el yoga y la meditación, hasta la elevación de la espiritualidad en el lugar de trabajo, a la influencia de la evangelización en la cultura pop y en la política, la búsqueda de sentido y propósito se ha convertido en una parte integral del día a día. Y esto se intensificará cuando los primeros hijos de la abundancia, los baby boomers, se den cuenta de que tienen más parte de su propia vida por detrás que por delante. Tanto en los negocios como en la vida personal, ahora que las necesidades de nuestro hemisferio cerebral izquierdo se han saciado, los anhelos de nuestra parte derecha del cerebro demandarán ser alimentados.

Conforme la fuerza de Asia, la automatización y la abundancia se fortalecen y aceleran, el telón se alza ante una nueva era, la Era Conceptual. Si la era industrial se construyó sobre las espaldas del pueblo, y la era de la información sobre las personas con predominancia del hemisferio izquierdo, la era conceptual se está construyendo sobre las personas con predominacia del hemisferio derecho. Hemos avanzado de una sociedad de agricultores a una sociedad de trabajadores de fábrica a una sociedad de trabajadores mentales. Y ahora estamos progresando una vez más -a una sociedad de creadores y personas con don de empatía, capaces de reconocer patrones, y de crear sentido.

Pero permitidme ser claro: El futuro no es un paisaje maniqueo en el que las personas son o bien de predominancia cerebal izquierda y por tanto extintos o de predominacia cerebral derecha y por tanto y extasiados - una tierra en la que los instructores de yoga son millonarios y conducen BMWs y los programadores friegan los mostradores de Chick-fil-A (* establecimiento de fast-food especializado en platos de pollo. N del T). El pensamiento analítico, lógico, lineal sigue siendo indispensable. Pero ya no es suficiente.

Para prosperar en esta época, tendremos que completar nuestras bien desarrolladas capacidades para la alta tecnología con aptitudes para el "concepto elevado" y la "sensación elevada". El “concepto elevado” implica la capacidad de crear belleza emocional y artística, para detectar patrones y oportunidades, para redactar narrativa satisfactoria, y para crear las invenciones que el mundo ni siquiera sabía que echaba de menos. La “sensación elevada” implica la capacidad de empatía, de comprender las sutilezas de la interacción humana, de encontrar alegría en uno mismo y provocarla en los demás, y de ir más allá de lo cotidiano en la búsqueda de propósito y sentido.

El desarrollo de estas capacidades de concepto elevado y sensación elevada no será fácil para todos. Para algunos, la perspectiva parece inalcanzable. No tengáis miedo (o al menos, no tanto miedo). Las habilidades más importantes ahora mismo son fundamentalmente atributos humanos. Después de todo, en los tiempos de la jungla, nuestros antepasados los hombres de las cavernas no estaban metiendo números en hojas de cálculo o interpretando códigos. Contaban historias, demostraban empatía, y diseñaban innovaciones. Estas capacidades han sido siempre parte de lo que significa ser humano. Lo que ocurre es que después de unas cuantas generaciones en la era de la información, muchos de nuestros conceptos elevados y sensaciones elevadas tienen los músculos atrofiados. El reto es ponerlos de nuevo en forma.

¿Quieres progresar en estos tiempos? Olvídate de lo que te dijeron tus padres. A cambio, haz algo que no se pueda hacer más barato en el extranjero. Algo que los ordenadores no puedan hacer más rápido. Y algo que llene uno de tus deseos inmateriales y trascendentes de la era de la abundancia. En otras palabras, “haz las cosas al derecho, jóven, haz las cosas al derecho”.

© Daniel Pink. Este artículo ha sido traducida y reproducida con el expreso consentimiento del autor. Más contenidos en http://www.danielpink.com/
Fuente: Ilustrae.com

18 mayo 2009

Sri K. Pattabhi Jois 1915-2009











WHAT WAS THE MOST IMPORTANT THING KRISHNAMACHARYA TAUGHT YOU?
Pattabhi Jois: When he left for Madras he told me, “Make this yoga method the work of your life.”

Que fué lo más importante que Krishnamacharya te ha enseñado?.
Pattabhi Jois: Cuando él partió hacia Madras me dijo, “Haga de este método de yoga el trabajo de su vida”.

Namarupa 2004.




Y así fue, así de simple…. como sus conocidas frases: "99% práctica y 1% teoria" o "Haz tu práctica y todo vendrá".



Muchas Gracias por su legado!.



Namaste,

14 mayo 2009

Carta de Transdisciplinaridad

Preámbulo

Considerando que:

• — La proliferación actual de las disciplinas académicas y no-académicas conducen a un crecimiento exponencial del saber que hace imposible toda mirada global del ser humano.
• — Sólo una inteligencia que dé cuenta de la dimensión planetaria de los conflictos actuales podrá hacer frente a la complejidad de nuestro mundo y al desafío contemporáneo de la autodestrucción material y espiritual de nuestra especie.
• — La vida está seriamente amenazada por una tecnociencia triunfante, que sólo obedece a la lógica horrorosa de la eficacia por la eficacia.
• — La ruptura contemporánea entre un saber cada vez más acumulativo y un ser interior cada vez más empobrecido conduce a un ascenso de un nuevo oscurantismo, cuyas consecuencias en el plano individual y social son incalculables.
• — El crecimiento de los saberes, sin precedente en la historia, aumenta la desigualdad entre aquellos que los poseen y los que carecen de ellos, engendrando así desigualdades crecientes en el seno de los pueblos y entre las naciones de nuestro planeta.
• — Al mismo tiempo que todos los desafíos enunciados tienen su contraparte de esperanza y que el crecimiento extraordinario de los saberes puede conducir, a largo plazo, a una mutación comparable al pasaje de los homínidos a la especie humana.

Considerando lo que precede, los participantes del Primer Congreso Mundial de Transdisciplinariedad (Convento de Arrábida, Portugal, 2 a 7 de noviembre de 1994) adoptan la presente Carta como un conjunto de principios fundamentales de la comunidad de espíritus transdisciplinarios, constituyendo un contrato moral que todo signatario de esta Carta hace consigo mismo, fuera de toda coacción jurídica e institucional.

Artículo 1. Toda tentativa de reducir al ser humano a una definición y de disolverlo en estructuras formales, cualesquiera que sean, es incompatible con la visión transdisciplinaria.
Artículo 2. El reconocimiento de la existencia de diferentes niveles de realidad, regidos por diferentes lógicas, es inherente a la actitud transdisciplinaria. Toda tentativa de reducir la realidad a un solo nivel, regido por una única lógica, no se sitúa en el campo de la transdisciplinariedad.
Artículo 3. La transdisciplinariedad es complementaria al enfoque disciplinario; hace emerger de la confrontación de las disciplinas nuevos datos que las articulan entre sí, y nos ofrece una nueva visión de la naturaleza y de la realidad. La transdisciplinariedad no busca el dominio de muchas disciplinas, sino la apertura de todas las disciplinas a aquellos que las atraviesan y las trascienden.
Artículo 4. La clave de la bóveda de la transdisciplinariedad reside en la unificación semántica y operativa de las acepciones a través y más allá de las disciplinas. Ello presupone una racionalidad abierta, a través de una nueva mirada sobre la relatividad de las nociones de «definición» y «objetividad». El formalismo excesivo, la absolutización de la objetividad, que comporta la exclusión del sujeto, conducen al empobrecimiento.
Artículo 5. La visión transdisciplinaria es decididamente abierta en la medida que ella trasciende el dominio de las ciencias exactas por su diálogo y su reconciliación, no solamente con las ciencias humanas sino también con el arte, la literatura, la poesía y la experiencia interior.
Artículo 6. En relación a la interdisciplinariedad y a la multidisciplinariedad, la transdisciplinariedad es multirreferencial y multidimensional. Tomando en cuenta las concepciones de tiempo y de historia, la transdisciplinariedad no excluye la existencia de un horizonte transhistórico.
Artículo 7. La transdisciplinariedad no constituye una nueva religión, ni una nueva filosofía, ni una nueva metafísica, ni una ciencia de las ciencias.
Artículo 8.La dignidad del ser humano es también de orden cósmico y planetario. La operación del ser humano sobre la Tierra es una de las etapas de la historia del universo. El reconocimiento de la Tierra como patria es uno de los imperativos de la transdisciplinariedad. Todo ser humano tiene derecho a una nacionalidad, pero, a título de habitante de la Tierra, él es al mismo tiempo un ser transnacional. El reconocimiento por el derecho internacional de la doble pertenencia –a una nación y a la Tierra– constituye uno de los objetivos de la investigación transdisciplinaria.
Artículo 9. La transdisciplinariedad conduce a una actitud abierta hacia los mitos y las religiones y hacia quienes los respetan en un espíritu transdisciplinario.
Artículo 10. No hay un lugar cultural privilegiado desde donde se pueda juzgar a las otras culturas. El enfoque transdisciplinario es en sí mismo transcultural.
Artículo 11. Una educación auténtica no puede privilegiar la abstracción en el conocimiento. Debe enseñar a contextualizar, concretar y globalizar. La educación transdisciplinaria reevalúa el rol de la intuición, del imaginario, de la sensibilidad y del cuerpo en la transmisión de los conocimientos.
Artículo 12. La elaboración de una economía transdisciplinaria está fundada sobre el postulado de que la economía debe estar al servicio del ser humano y no a la inversa.
Artículo 13. La ética transdisciplinaria rechaza toda actitud que niegue el diálogo y la discusión, cualquiera sea su origen, ideológico, cientista, religioso, económico, político, filosófico. El saber compartido debería conducir a una comprensión compartida, fundada sobre el respeto absoluto de las alteridades unidas por la vida común sobre una sola y misma Tierra.
Artículo 14. Rigor, apertura y tolerancia son las características fundamentales de la actitud y visión transdisciplinaria. El rigor en la argumentación, que toma en cuenta todas las cuestiones, es la mejor protección respecto de las desviaciones posibles. La apertura incluye la aceptación de lo desconocido, de lo inesperado y de lo imprevisible. La tolerancia es el reconocimiento del derecho a las ideas y verdades contrarias a las nuestras.

Artículo final. La presente Carta de la Transdisciplinariedad es adoptada por los participantes del Primer Congreso de la Transdisciplinariedad, no valiéndose de ninguna otra autoridad que aquella de su obra y de su actividad.

De acuerdo a los procedimientos, que serán definidos de acuerdo con los espíritus transdisciplinarios de todos los países, la Carta está abierta a la firma de todo ser humano interesado por las medidas progresivas del orden nacional, internacional y transnacional para la aplicación de sus artículos en la vida.

Convento de Arrábida, 6 de noviembre de 1994

José ANES • André ASTIER • Jeanne BASTIEN • René BERGER • François BIANCHI • Gérard BLUMEN • Lais P. BRANDINI • Jorge BRITO • Jacqueline CAHEN-MOREL • Michel CAMUS • Antonio CASTEL BRANCO • Costin CAZABAN • Laura CERRATO • Oliver COSTA DE BEAUREGARD • Maurice COUQUIAUD • Ubiratan d’AMBROSIO • Manuel DA COSTA LOBO • Adriana DALCIN • Nicola DALLAPORTA • Robert DE BEAUGRANDE • Marc Williams DEBONO • Isabel María DE CARVALHOVIEIRA • Giuseppe DEL RE • Javier DE MESONE • Michele DUCLOS • Gilbert DURAND • Ruth ESCOBAR • María FERNÁNDEZ • Raquel GONÇALVEZ • Georges GUELFAND • Helle HARTVIG DE FREITAS • José HARTVIG DE FREITAS • Eiji HATTORI • Phil HAWES • André JACOB • Roberto JUARROZ • Anthony JUDGE • Jacqueline KELEN • Jacques LAFAIT • Ghislaine LAFAIT-HÉMARD • LIMA DE FREITAS • Salomon MARCUS • Michel MATHIN • Edgar MORIN • Raúl NICOLAU • Domingo MOTTA • Edmond NOCOLAU • Basarab NICOLESCU • Alain ORIOL • Patrick PAUL • Odette PÉTREQUIN • Jean-Marc PHILIPPE • Patricia PROUS-LAABEYRIE • Philippe QUÉAU • Daniel RABY • Michel RANDOM • Lucía SANTAELLA-BRAGA • Elisabeth SAPORITI • Luigi SECCO • Jules SIX • Luis SOUSA RIBEIRO • Dominique TEMPLE • Ana María VIEIRA • Andrés SCHUSCHNY • Rodrigo AYALA.


Fuente: Humanismo y Conectividad

13 mayo 2009

Gwineth Poltrow y Genpo Roshi


Hace tiempo, tenía un "enemigo" quien resultó bastante determinado a meterse conmigo. Esta persona realmente hacía lo que podía para herirme. Yo estaba muy molesta, estaba enfadada, yo sentía todas esas cosas que sientes cuando te das cuenta de que alguien que pensabas que te gustaba es venenoso y peligroso. Me refrenaba de contraatacar. Traté de tomar el camino más elevado. Pero un día oí que algo desafortunado y humillante le había ocurrido a esta persona. Y mi reacción fue un alivio profundo y... felicidad. Ahí se acabó el camino elevado. Así que, ¿por que´ nos gusta tanto oír algo malo acerca de alguien que no te gusta?¿o de alguien que TE gusta?¿o de alguien al que no CONOCES?. Una vez le pregunté al director de un periódico sensacionalista por qué todas las historias sobre una famosa pareja británica tenían un tono negativo. El me dijo que cunado los titulares eran positivos el periódico no vendía. ¿Por qué ocurre eso?¿Qué es lo que está mal en nosotros. Les pregunte a los sabios para hacer un poco de luz al respecto.
Aquí está, para lavar nuestras bocas con jabón...

Con Amor,

Gwineth.

Aquí está mi pregunta para ti, Genpo roshi:

Siento curiosidad acerca del concepto espiritual de "habla malvada" (hablar mal de otros) y acerca de por qué es tan común en nuestra cultura. ¿Por qué la gente se energiza cuando dicen o leen algo negativo sobre otra persona?¿Qué nos dice eso sobre donde están realmente esas personas?¿Cuales son la consecuencias de perpetuar la negatividad y el sentirse bien ante el sufrimiento de los demás?

El maestro Zen Dennis Genpo Merzel responde:

Desafortunadamente, decir o escuchar cosas negativas acerca de los otros no solo los daña a ellos, puede tener el efecto de solidificar y aumentar tu propio ego. La gratificación de hablar mal de alguien, o incluso de oír o leer tales palabras habladas por otros nos da la sensación de ser mejores que otros y nos da placer a costa de alguien.
En el Budismo Zen tenemos los Diez Preceptos Solemnes. Estos Diez Preceptos se agrupan en 3 categorías: cuerpo, habla y pensamiento. De estos diez, cuatro tienen que ver con el habla correcta, porque el habla negativa parece ser una de las trampas más importantes en las que caemos como seres humanos, y es muy perjudicial y afecta a nuestro karma.
Participar en el cotilleo y la difamación es un síntoma de lo inadecuados que nos sentimos. Si nos sintiéramos realmente completos, perfectos y adecuados- lo que es el estado despierto de la mente- no necesitaríamos caer en la trampa del habla negativa. Cuando vemos que nuestra propia naturaleza real no carece de nada, queremos en última instancia celebrar el éxito y el bienestar de otras personas. Cuando no vemos nuestra propia naturaleza real, erróneamente creemos que nuestro egocentrismo, lo que yo llamo el pequeño y limitado yo, es lo que realmente somos. No nos damos cuenta de nuestro Yo Verdadero, que trasciende el ego limitado y la Gran Mente sin limites.
Cuando vamos más allá de lo limitado y lo ilimitado y realizamos nuestro yo verdadero, podemos abrazar nuestro propio ego. Reconociendo que no podemos estar completamente libres del ego, ya no estamos en la negación del ego. En este punto, funcionamos desde un estado despierto de la mente que incluye y sin embargo trasciende el ego.
Normalmente caemos en la trampa o de tratar de librarnos del ego- lo cual es virtualmente imposible porque necesitamos un ego para funcionar- o de negar el ego y creer que carecemos de ego o de yo. Y eso todavía es ego. La clave es reconocer y ser consciente, porque solo reconociendo a través de la consciencia podemos realmente trascender el ego, lo que significa abrazar y sin embargo moverse más allá de nuestro egocentrismo.
Desde el punto de vista del Yo Verdadero, no mantenemos ninguna preferencia sobre el egocentrismo o la falta de ego. Esto es lo que significa incluir e ir más allá del yo. Tan pronto como preferimos uno sobre el otro, es el ego el que está funcionando.
Mientras el ego esté al mando, entonces nos deleitaremos en hablar mal de otros, dejarle mal o regocijarnos en sus desgracias porque no vemos que todos somos uno y conectados, que intrínsecamente yo soy tú y tú eres yo, que tu buena suerte es mi buena suerte y tu desgracia es mi desgracia.

Dennis Genpo Merzel


Publicado en el blog de Gwineth Poltrow www.goop.com.
Traducido por Alejandro Villar.