10 febrero 2008

Krishnamacharya: Viaje al Tibet y el Yoga Gurandam (Korunta).

Entrevista con Krishnamacharya - 1984:


Sri. Krishnamacharya dice:

“Mi padre fue mi primer Gurú. Él era conocido como Ganapati Srinivasa Thathachariar, Kannada era nuestra lengua materna. Mi padre era un conocido especialista de los Vedas. A los 5 años ya me colocaron la cuerda sagrada. A partir de ese momento comencé los estudios de los Sastras con mi padre. El, me solía despertar a las dos en punto de la mañana y me solicitaba que cante los vedas de memoria. Si no respondía correctamente, me goteaba agua en el oído para despertarme. Él era muy estricto. Si cometía un error, no solamente corregía el error, también me punía severamente. Él también se adhería a los cánticos. Era muy agradable y emocionante, escuchar la intensa entonación de los cánticos a esa hora de la noche.

Un día mi padre estaba dando un discurso de los Yoga Sutras de Patanjali. Cuando hablaba de Parinamatraya, Samyamath, Atheetha y Anahatha Jnanen, sentía curiosidad respecto a esos temas y le pregunté, Que es Atheetha y Anahatha Jnanen?. Como respuesta me sugirió que debería aprender Yoga Sutra. Eso me indujo a que debería aprender Yoga Sutra de un calificado yogacharya.”

Yoga: El objetivo final.

Ganganath Jha tenía el título de Yogacharya (Profesor de Yoga). Cuando Krishanamcharya solicitó su orientación, Jha le preguntó si estaba seguro de su seria inclinación de aprender Yoga. Krishanamacharya todavía estaba sediento por más conocimiento.

Krishanamcharya recuerda que Ganganath Jha le dijo: “Si realmente quieres ser maestro de Yoga debes viajar más allá de Nepal (al Tibet), lugar en que vive Yogeswarar Rama Mohana Brahmacharya. Existe un libro escrito en la lengua Gurkha, llamado “Yoga Gurandam”. En ese libro puedes encontrar información práctica, por ejemplo los beneficios de la salud con la práctica del Yoga. Si vas junto a Rama Mohana puedes aprender el completo significado de los Yoga Sutras”. Cuando Krishnamacharya escuchó esto, quedó sumamente ansioso de alcanzar este nuevo objetivo. Él quería viajar con la velocidad del pensamiento, pero este proyecto todavía tenía que esperar.



Ganganath Jha escribió al Lord Irwin, Viceroy, recomendando a su joven amigo Krishanamacharya por su competencia, ambición y conocimiento de los Sastras así como sus cualidades personales. Solicitó la ayuda de Viceroy para obtener los documentos necesarios para el viaje al Tibet.


Un día Krishnamacharya fue sorprendido con la visita de un asistente de Viceroy, trayendo una carta de este, requiriendo que fuese a Simla, debido a que Viceroy padecía de diabetes. Y así, Krishnamacharya fue a Simla y permaneció seis meses enseñando yoga a Viceroy, como resultado su diabetes fue bastante controlada. Viceroy quedó profundamente agradecido y aprovisionó todo lo necesario para el viaje de Krishanamacharya, para atravesar los Himalayas, fuera de India, atravesar Nepal y llegar al Tibet.

Esta es la historía de su travesía, tal como Krishnamacharya recuerda:

“Viceroy envió tres ayudantes conmigo. Fue en 1919. Los gastos fueron cubiertos por el gobierno Británico. Nos aprovisionaron con ropas de cuero para protegernos del frio. Por el camino encontramos a un ermitaño viviendo solo en una cueva, de nombre Pilmugi, nos quedamos varios días en la cueva, seguidamente continuamos nuestra jornada. Alcanzamos Manasasarovar, de ahí fuimos para Mela Parvatham y finalmente alcanzamos la morada de Rama Mohana Brahmacharya, quien tendría que ser mi Gurú. Hemos caminado durante dos meses y medio.

“Al encontrar a mi Gurú, me postré delante de él. Era evidente que Ganganath Jha le había escrito a cerca mio. Me recibió con gran amor y gentileza. Noté que, a pesar de ser llamado de Brahmacharya, estaba viviendo con su familia. Su hijo mayor Ramachandra Brahmacharya, está aún vivo, con uno ochenta años. Nuestra comida era pura (pan Hindú), halwa (una pasta de vegetales o frutas endulzado y ghee) y té. Mi periodo de gurukulam (aprendiz y sirviente) aquí en Tibet demoró siete años y medio. Rama Mohana me hizo memorizar todo el Yoga Gurandam en gurkhali (la lengua Gurkha). Las varias etapas del Yoga Sutra de Patanjali son tratados en ese libro con mucha precisión y con extensos comentarios. Eso es necesario porque los Sutras son muy concisos. En el Yoga Gurandam, los varios tipos de posturas de Yoga y movimientos son descriptos con claridad. Solamente después de estudiar este libro uno puede entender el intimo significado y la ciencia del Yoga Sutra de Patanjali.”

Luego del retorno de Krishanamacharya a Kasi como un sobresaliente erudicto y experto en Yoga, estableció relaciones y por intemedio de Amarnath Jha, hijo de Ganganath Jha, conoció a varios monarcas y fue ampliamente reconocido.

En aquel tiempo el Maharajá de Mysore, Krishnaraja Wadiyar, apareció en Kasi para el cumpleaños de su madre. Al escuchar a Krishanamacharya, lo invitó para ir al Palacio de Mysore. El Maharajá quedó bastante impresionado con la conducta, autoridad y la erudición del joven.

En el Palacio de Mysore, fue disponibilizado el espacio necesario para la construcción del Yogashala para Krishanamacharya. Él iba a enseñar una o dos veces cada semana y en tres años, otros siete u ocho estudiantes estaban listos para enseñar y el Rey construyó otros tres Yogashala a un costo total de doscientos mil rupees, una gran inversión para esa época. Krishanamacharya se convirtió en uno de los más preciados consultores del Maharajá y le concedió disponer del Palacio de Jayanmohan. A pedido del Maharajá escribió varios libros, incluyendo Yoga Magarondam, Yoganjali, y Yogansanalu. Estos libros fueron todos publicados por el Palacio y por la Universidad de Mysore. Con el soporte del Maharajah, la enseñanza del Yoga continuó con gran suceso por aproximadamente16 años, hasta 1946.

Tiempos de cambio.

Surgieron mudanzas en el liderazgo del Ministerio de Mysore. Se debían cortar gastos en Mysore, y desde su punto de vista, la escuela de Yoga no era muy importante. En ese tiempo muere el Maharajá Krishnaraja Wadiyar y su sobrino, Jayachamaraja Wadiyar se convierte en el nuevo Maharajá.

El jefe del Ministerio envía una carta a Krishanamacharya solicitando que fuera a su oficiana. Krishanamacharya le responde con el mismo mensajero: “Yo soy independiente, No soy esclavo de nadie. Si usted quiere verme, venga a la escuela de Yoga para reunirse conmigo.”

El Jefe del Ministerio le responde con una orden: La escuela de Yoga será cerrada en tres meses.


Pero los estudiantes de Yoga no aceptarían la orden. Ellos realizaron una demostración en frente a la casa del Ministro. Dirigiéndose apresuradamente para reprimir a los estudiantes, cayó de las escaleras y quedó bastante herido, rompiéndose varios dientes. Sabiendo de la experiencia de Krishanamacharya en el campo de la medicina Ayurvedica, solicitó una cita. El Maharajá quedó impresionado con el suceso del tratamiento, y le ofreció cinco mil rupees de recompensa. Krishanamacharya respondió, “No trabajo por dinero, No necesito dinero. Den a los pobres estudiantes de la escuela de Yoga”.

Después de la independencia, cuando disminuyó el poder de los rajahs y maharajahs, fue invitado a ir a Madras, donde inmediatamente comenzó a enseñar Yoga en el Vivekananda College y fue así que es estableció con su familia en Madras.

Para ver la entrevista completa (está en inglés):
The King and the Young Man - by "Hastam" in Kalaimagal, Pongal, 1984 (translated by Bert Franklin and S. Venkataraman)
http://aysnyc.org/index.php?option=com_content&task=view&id=41&Itemid=37


Krishanamacharya en el Yogashala del Palacio de Mysore con sus estudiantes



Krishanamacharya en Mulabandhasana: demostrando los tres Bandhas.





Krisnamacharya Yoga Film 1938 (silent). A los 50 anos de edad


INDRA DEVI WITH KRISHNAMACHARYA 1988 MADRAS 2ª PARTE


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